¿Qué está pasando con la ética en los negocios?
A fines del 2015 nos enteramos por los medios que Volkswagen, un emblema de la manufactura alemana, había falseado información de control de calidad de sus vehículos. El impacto que causó repercutió fuertemente en el precio de sus acciones, y esta caída, a su vez, impactó en los fondos de pensiones de muchos trabajadores alemanes.
Un escándalo de corrupción relacionado con la empresa Samsung terminó con la destitución de la presidenta de Corea del Sur.
Y ahora, el día 12 de Febrero recién pasado, en la sección del Wall Street Journal en Economía y Negocios de El Mercurio, se publica un artículo titulado “Se ven fallas en la industria japonesa, el modelo que todo el mundo imitó”. Y en la bajada de título se agrega: “los conceptos elogiados en publicaciones de negocios se ven inmersas en escándalos”.
Este artículo hace referencia a una serie de escándalos en los registros de inspección de calidad y de cumplimiento de estándares de industrias japonesas. Entre ellas Kobe Steel, Mitsubishi Materials y Subaru.
Alemania, Corea del Sur y Japón. Tres países que se han caracterizado por tener culturas nacionales y empresariales fuertemente orientadas a la calidad y a la ética en todas sus acciones, basadas en sistemas religiosos muy exigentes en estos aspectos. Elementos como el valor de la palabra, el honor, la transparencia (a veces incluso rayana en brutal sinceridad), entre otros, han quedado en entredicho con estos episodios.
Y, además de las consecuencias comerciales y financieras para dichas empresas – y los pensionados alemanes, como se mencionó previamente – existe un fuerte impacto en dos elementos que son críticos para la sustentabilidad en el tiempo de la actividad empresarial: la pérdida de reputación, por un lado (tema que también vemos presente en Chile), y la pérdida de la credibilidad en un modelo de gestión que, como se mencionaba en la bajada del titular, era un referente.
En este contexto, se hace necesario replantear la forma en que se gestionan las organizaciones y los negocios. Aplicar un modelo con una mirada más sistémica e integral de lo que involucra la actividad empresarial y de negocios parece ser un camino para salir de esta situación.
Lo que hacen las empresas B, los aportes de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) bien entendida y aplicada, lo que ofrece la economía circular, la mirada desde el design thinking y poner a las personas en el centro de la efectividad son los ingredientes principales para este nuevo modelo de hacer negocios.
Iremos hablando más de estos aportes en esta columna, como aporte a esta discusión, sin duda una de las más relevantes de cara al futuro.